Nuestra empresa de recobro está especializada en tratar con el moroso profesional, que no tiene las mismas características que el deudor habitual o fortuito. Habitualmente su situación de deudor, se agrava por la intencionalidad en el impago, convertido en una forma de vida. Entre las formas de identificar y evitar tener que llegar al recobro judicial de la cantidad o bien adeudado, contar con nuestros servicios es la mejor opción.
Cuando no se llega a una resolución favorable en la justicia, hay que apelar al recobro extrajudicial, con nuestra experiencia ya es posible conseguir el reintegro de la deuda. Algunas de las maniobras del deudor moroso, para evitar el pago son:
- Localización: el moroso tiene como norma, no encontrarse localizable para el trámite judicial, cuando es consciente de que se intentará el cobro de la deuda por la justicia. Aunque actualmente no es imprescindible la comunicación al deudor, para iniciar el trámite porque se comunica mediante la publicación en el BOE.
- Sociedades: en su mayoría el moroso profesional, recurre a las sociedades ya sean anónimas o limitadas, para protegerse. Con esta actuación, no figura como único administrador de la empresa, sino como apoderado de la misma. Gestionando no tiene que responder al impago y se encuentra a salvo de las pérdidas del patrimonio como tal.
- Descapitalización: cuando el deudor conoce la existencia de la demanda en la justicia, puede realizar facturas falsas por ejemplo, entre las muchas formas de eliminar sus bienes. Es la forma de evadir sus responsabilidades y descapitalizarse para declararse insolvente.
- Facturación: una de las prácticas más frecuentes en morosos profesionales, es contraer la deuda con la sociedad y facturar con otra diferente. El deudor trabaja y factura, sin embargo la sociedad no realiza movimientos en bancos y no actúa con su nombre, haciéndolo por medio de la empresa únicamente.
Nuestra empresa aconseja el recobro extrajudicial, para evitar ser víctima de morosos profesionales y personas inescrupulosas. Siempre que el deudor pueda ser localizado, estas maniobras no serán un impedimento para cobrar la deuda. Pese a que se pudiera declarar insolvente la sociedad y resistirse con estas prácticas al pago de la deuda.