Los últimos datos económicos demuestran que en los últimos años se ha disparado en España el número de morosos entre los que alquilan una vivienda, en una cifra superior al 15%. Este dato se relaciona con el alza que también se produce entre los impagos de hipotecas. De hecho, quienes no pueden pagar una hipoteca se trasladan a un piso de alquiler, pero si su situación económica no mejora, vuelven a no poder pagar.
Todas estas cifras se extraen del Fichero de Inquilinos Morosos, el registro nacional de personas, tanto jurídicas como físicas, que adeudan un alquiler, ya sea de vivienda o local. Gracias a la información que facilitan a este organismo tanto los dueños como los administradores de fincas, se puede decir que las tres comunidades con más morosos en el ámbito del alquiler son Andalucía, Valencia y Madrid, mientras que las que menos crecimiento de deuda han tenido son Cantabria, La Rioja y Canarias.
La realidad es que la morosidad en el alquiler, especialmente de viviendas, no ha dejado de aumentar desde el año 2007, y todas las previsiones apuntan a que esta tendencia seguirá debido a la crisis económica que se vive en el país. Lo peor para los arrendatarios es que la legislación presenta muchas lagunas que hacen fácil que se de esta situación en muchos casos.
Para evitar este problema, los expertos recomiendan que antes de formalizar el alquiler se haga un estudio de solvencia a precios razonables del futuro arrendatario. Entre otras cosas, es indispensable consultar en el Fichero de Inquilinos Morosos para ver si esta persona se ha visto envuelta en problemas de impago anteriormente.
Hay que señalar que desde el año 2005 se ha producido un incremento del 100% de casos de desalojo de vecinos morosos en alquiler, sólo en la Comunidad de Madrid. Buena culpa de esta situación la tiene la alta tasa de paro existente.
Precisamente, los datos del último barómetro del CIS indican que los españoles están especialmente pesimistas en torno al paro y a la situación económica que vive el país, así como de los problemas en sanidad y educación, derivados en buena parte de la misma crisis.