La situación que atraviesan los trabajadores autónomos y las pequeñas y medianas empresas parece continuar agravándose. Actualmente, los bancos sólo conceden 3 de cada 10 créditos que se solicitan, lo que supone que deniegan un 70% de los mismos. Mientras que, antes de la crisis, las empresas llegaban a obtener prácticamente la mitad de los préstamos que demandaban, tal y como indican los datos del último Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España.
Este hecho está teniendo efectos negativos que incluso reconocen desde las instituciones europeas. Por una parte, no se está cumpliendo la máxima de conseguir que fluya el dinero como fórmula para mantener la economía activa –los dirigentes de la Unión Europea confirman que es prácticamente imposible empezar a conseguir un crecimiento económico si no circulan los créditos- y, por otra, cada vez hay más pymes y autónomos endeudados que se ven obligados a cerrar sus negocios por no poder cubrir ni los gastos corrientes.
De la misma forma, el informe determina que esta restricción crediticia es aún mayor en el caso de las entidades que han sido nacionalizadas –CatalunyaCaixa, Novagalicia o Bankia- y que éstas sólo conceden un 20% de los préstamos que les demandan.
Una acción que los expertos justifican teniendo en cuenta que se trata de bancos que, antes de conceder ningún tipo de crédito, preferían sanear sus propias cuentas, por ejemplo, invirtiendo en deuda pública para no complicar, aún más, su ya de por sí compleja situación financiera en los últimos ejercicios.
Desde el punto de vista de estas pequeñas y medianas empresas, representadas por la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), la solución real pasa por que esta tendencia empiece a cambiar.
Así, sugieren diferentes medidas para aumentar las concesiones de los créditos como, por ejemplo, que se empiece a cumplir rigurosamente con las leyes de morosidad en las administraciones u obligar a las entidades a que destinen un porcentaje definido de las ayudas públicas que reciben a conceder préstamos a las pymes.
Igualmente, abogan por una mayor flexibilidad en las condiciones que se requieren ahora para conceder los créditos, tanto en el caso de los bancos como de otras instituciones crediticias -por ejemplo, el ICO, que pese a mantener el presupuesto del año pasado, también ha reducido los préstamos dado que, finalmente, son las entidades bancarias las que los gestionan y acaban asumiendo el riesgo de impago-.
Foto: Bufete Morato-Prieto