La contratación de empresas que se dedican a perseguir a morosos es una de las opciones más utilizadas para reclamar las deudas y en muchos de los casos conseguir cobrarlas, sin embargo esta puede ser un arma de doble filo, y puede suceder que las técnicas que algunas de estas empresas utilizan para cobrar a los clientes morosos sus deudas no sean todo lo legales que deberían, llegando incluso a extremos tan peligrosos como la extorsión.
Por suerte son pocas las empresas que emplean estas prácticas, ya que en España existe una gran profesionalidad en este sector, no obstante no está de más conocer cómo actúan:
Algunas de las formas que estas firmas tienen de perseguir a los clientes morosos pueden llegar a vulnerar algunos de los derechos fundamentales que toda persona tiene por ley. Es el caso de las persecuciones con todo tipo de elementos extravagantes usados para llamar la atención y que solo buscan coaccionar e intimidar al cliente. Esta clase de prácticas pueden llegar a violar el derecho al honor y a la intimidad del que todo ciudadano debe disfrutar.
Dichas acciones han sido denunciadas, y las compañías infractoras acumulan numerosas sentencias judiciales respecto a su forma de asaltar al cliente objetivo. En algunas ocasiones han llegado a vulnerar incluso los datos personales de ciertos clientes llegando a divulgarlos entre diferentes empresas con intención de que todas ejercieran presión sobre la "víctima". El caso llegó a la Agencia de Protección de Datos quién declaro culpable a la empresa transgresora, la cual tuvo que pagar una elevada cuantía.
Debido al número elevado de denuncias sobre este tipo de situaciones, se ha llegado incluso a plantear la posibilidad de que este tipo de compañías que utilizan cobradores disfrazados queden prohibidas, al igual que ha ocurrido en todo el ámbito de la Unión Europea.
Según establece el Tribunal Supremo España pertenece a un estado de derecho en el cual tan solo los Poderes Públicos son los encargados de dictaminar en qué caso un particular debe de ser considerado como un moroso y se debe de proceder al requerimiento y pago de la deuda.
Foto: Gallega del cobro