El índice de morosidad que han alcanzado los diferentes establecimientos financieros de crédito (EFC) españoles supuso, el pasado mes de junio, el porcentaje más elevado.
El 11,6% que ha indicado el Banco de España supone un incremento de casi el 3% respecto al mismo mes de 2012, cuando cajas y bancos sumaban un crédito impagado de 168.370 millones de euros –es decir, 8.050 millones de euros menos que este año- y un porcentaje de mora del 8,9%.
De hecho, en cifras absolutas, los créditos morosos que ha soportado a finales del mes de junio el sistema financiero español en su conjunto han alcanzado los 176.420 millones de euros, lo que supone 200 millones más que el mes anterior.
Esta subida implica que la morosidad se olvida del “efecto Sareb”, que conllevó ligeras bajadas del porcentaje como consecuencia de los traspasos de activos inmobiliarios al conocido como “banco malo”, que se produjeron en noviembre de 2012 y enero de 2013.
En detalle, la mora de los EFC –estas entidades conceden financiación, fundamentalmente, para adquirir bienes de consumo como muebles o automóviles- ha permanecido en el 9,8% por cuarto mes, y un crédito dudoso de casi 3.600 millones de euros –es decir, algo más alto que el registrado el mes anterior-.
Por su parte, las otras entidades –no desglosadas por el Banco de España, pero que agrupan al conjunto de cajas y cooperativas de crédito, bancos o cajas rurales- han registrado un volumen de créditos morosos que ha alcanzado los 171 millones de euros. Este hecho deriva en una tasa de mora del 11,7%, es decir, dos puntos más que el 9,7% que se alcanzó justo un año antes, en junio de 2012.