Según datos del Banco de España, la tasa de morosidad que existe actualmente en España –y que se prevé que siga creciendo- alcanza ya el 10,7%. Y esta es la razón fundamental por la que los bancos, que tampoco pueden no conceder créditos porque necesitan mejorar sus márgenes tras las importantes dotaciones que han tenido que afrontar, intentan evitar los impagos concediendo préstamos pero con unos intereses más elevados.
Puede resultar paradójico que, pese a que la prima de riesgo ha vivido una caída de casi dos puntos y medio porcentuales entre julio y diciembre de 2012 –y, en consecuencia, se habría facilitado el acceso de los bancos españoles a una mejor financiación de los mercados mayoristas-, el tipo medio que finalmente aplicaron los bancos a las operaciones sólo varió en 0,27 puntos –es decir, del 4,03% al 3,76%-.
Y, no obstante, ese leve descenso que llegó a tardar seis meses en hacerse visible, prácticamente desapareció en enero cuando el interés medio llegó a subir hasta un 0,24%, alcanzando cifras superiores al 4%, tal y como ha especificado el Banco de España.
De la misma forma, sigue destacando la elevada diferencia que existe entre los costes de financiación que se aplican a las grandes y a las pequeñas empresas. Los préstamos que no alcanzan el millón de euros –mayoritariamente solicitados por las pymes- aumentaron su coste anual del 5,35% al 5,67%, mientras que los que superan esa cifra llegaron a abaratarse levemente pasando del 2,98% al 2,93%.
Desde el Banco de España valoran la lentitud con la que los ciudadanos puedan llegar a beneficiarse de la mejora de los mercados en el ámbito internacional y, según diversas fuentes, se ha “sugerido” a las entidades que limitaran de alguna forma los intereses que iban abonando por los depósitos, pero los créditos no han llegado a bajar en ningún momento.
Y, tal y como afirman diversos expertos, parece que es una tendencia que no cambiará hasta que no descienda la tasa de morosidad, ya que la forma de protección que están llevando a cabo es aplicar tipos más altos a los préstamos y absorber, con ello, las posibles pérdidas que sigan teniendo por esta circunstancia.